EUROPA
PRESS
14 octubre
2022
Cuándo
sospechar de una alergia o intolerancia alimentaria
Uno de cada diez niños padece alergias
alimentarias en los países desarrollados, según la Organización Mundial de la
Alergia, y su prevalencia ha ido en aumento en los últimos años. Cualquier
alimento puede dar alergia, si bien los que más reacciones alérgicas graves
provocan son: la leche, los huevos, los frutos secos y las frutas, así como
algunas verduras, pescados, o mariscos.
Entre sus causas, la Sociedad Española de Inmunología
Clínica, Alergología, y Asma Pediátrica (SEICAP) apunta a factores de riesgo
nutricionales, pero también genéticos, de forma que niños con alergias
alimentarias pueden presentar una mayor predisposición a tener otras
enfermedades alérgicas, como el asma.
PRINCIPALES SÍNTOMAS: A LOS MINUTOS DE INGERIR EL ALIMENTO
"La alergia alimentaria es una emergencia que suele
manifestarse durante los primeros minutos posteriores al contacto o a la
ingesta del alimento responsable. Los síntomas suelen ser la aparición
repentina de picor, de urticaria, hinchazón de la cara, de los labios, de la
lengua, o de la garganta, que podrían acompañarse por una dificultad para
respirar, sensación de mareo y bajada de tensión. También es común que se
produzcan vómitos o diarrea", describe esta sociedad científica.
Es más, alerta la SEICAP de que una reacción alérgica severa
puede desencadenar en una anafilaxia, siendo precisamente los alimentos la
causa más común de anafilaxia en menores, adolescentes y jóvenes.
En este sentido, Laura Álvarez, médica pediatra de Atención
Primaria y especializada en nutrición infantil ve fundamental que los niños,
sus familiares y cuidadores aprendan a manejar las alergias alimentarias, a
reconocer sus síntomas, y sepan responder ante una crisis anafiláctica con el
manejo de los autoinyectores de
adrenalina/epinefrina, según advierte en una entrevista con Infosalus.
Acaba de publicar 'Preparados, listos, ¡ñam!'
(Espasa, Planeta), un libro centrado en la alimentación infantil y en el que
dedica una serie de apartados a las alergias alimentarias, un tema de
preocupación entre las familias a la hora de introducir la alimentación
complementaria.
Cuenta que, dentro de las reacciones de hipersensibilidad
que pueden producirse, hay dos tipos:
1. reacciones no inmunologicas:
Aquí se encontrarían las intolerancias, siendo la más conocida la intolerancia
a la lactosa, por un déficit de la actividad de la enzima lactasa.
2. reacciones inmunológicas (alergias):
- Alergia IgE mediada: el cuerpo produce
anticuerpos tras ingerir el alimento; es cuando por ejemplo nos comemos un
cacahuete y se hinchan los labios y aparecen habones por todo el cuerpo; es la
más grave, y puede desencadenar en anafilaxia, si hay síntomas respiratorios,
cardiovasculares o digestivos, si se dan todos desencadena anafilaxia
- Alergias no mediadas por IgE: antes se les llamaba
intolerancia pero ahora también se les llaman alergias; la clínica es que el
niño tenga hebras de sangre en la caca, o vómitos y molestias digestivas, así
como sintomatología cutánea como una dermatitis mal controlada; una de las más
frecuentes es la alergia a las proteínas de leche de vaca.
LAS ALERGIAS PUEDEN APARECER EN CUALQUIER MOMENTO
Ahora bien, esta pediatra remarca que para ser alérgico a un
alimento debemos tener más de un contacto con este, por lo que podemos hacernos
alérgicos en cualquier momento de la vida, incluso con alimentos que antes
hemos tolerado a la perfección durante años.
"A veces, las manifestaciones aparecen tras el primer contacto
aparente, pero no hay que olvidar que previsiblemente ha habido una
sensibilización previa a través de la placenta, de la leche materna, o mediante
alimentos procesados que llevan muchos ingredientes que pueden pasar
desapercibidos. Pero también intervienen mecanismos de reactividad cruzada
(entre alimentos con componentes parecidos e incluso entre alimentos y
pólenes)", indica la doctora Álvarez.
INTRODUCCION DE ALIMENTACION COMPLEMENTARIA
Antes se animaba a los padres a retrasar de los alimentos más
alergénicos pero ahora no. Sobre los 6 meses llega el momento en el que se
indica el inicio de la alimentación complementaria y, según su consejo, lo
ideal es introducirlos de uno en uno, durante el día, y esperando al menos tres
días para introducir otro alimento nuevo y observar la tolerancia. Según
explica, aunque las reacciones tipo IgE son inmediatas, las de tipo no IgE
pueden tardar más de 24 horas, entre 48 y 72 horas después.
Recuerda esta pediatra experta en nutrición infantil que sí
hay alergias que pueden ser temporales y, subraya, que de hecho muchos niños
que son alérgicos al huevo a la proteína de leche de vaca terminan tolerándolo
al cabo de unos años, simplemente evitando el alérgeno, pero en otras ocasiones
acudiendo al alergólogo con pequeñas exposiciones.
"Hay muchas alergias que con el tiempo se acaban
resolviendo, otras son para toda la vida, como al marisco o a los frutos secos,
más de niño mayor", precisa. Al mismo tiempo, enumera que la alergia a la
proteína de la leche de vaca es la más frecuente, después cita que es muy
alergénico el huevo durante los primeros años de vida, después el pescado,
ciertas legumbres como la soja o las lentejas; al marisco, frutas rosáceas
(especialmente el melocotón, la ciruela, el paraguayo, la fresa, las cerezas),
frutos secos (cacahuete, nueces, avellanas...), y las alergias también se dan
con el gluten, señala.